Suscríbete aquí para recibir consejos semanales sobre cómo crear una vida que ames
“Un héroe es alguien que ha dado su vida a algo más grande que sí mismo” Joseph Campbell
En 1975 George Lucas, siguiendo los pasos de genios como Tolkien, había construido en su mente un mundo enorme, con personajes, colores y valores propios. No obstante, las miles de ideas que tenía para Star Wars se encontraban esparcidas en su escritorio, sin saber cómo ordenarlas en algo que fuera coherente y emocionante. Ese mismo año, el cineasta encontraría un libro que le mostraría algo sorprendente: el patrón de todas las historias épicas de la humanidad.
El libro se llama El héroe de las mil caras. Escrito por el investigador de mitos Joseph Campbell, muestra cómo detrás de todos los mitos y leyendas de las culturas alrededor del mundo existe un patrón, una serie de símbolos que se repite una y otra vez. Este patrón constituye lo que Campbell llama el monomito o el Viaje del Héroe. Si una historia trata sobre la manera como las personas logran superar los retos de la vida, generalmente sigue esta estructura. Por esto, el monomito es la historia humana del devenir, del crecimiento y del cambio.
Lo más importante del monomito es que cada uno de nosotros vive este patrón en tiempos de cambios. Por ejemplo, se ha dicho que en la vida de cada persona existen ciclos de cambio cada siete años, como a los catorce, a los veintiuno y a los treinta y cinco, en los cuales se replicaría el proceso del monomito.
La estructura básica del monomito es Separación, Iniciación y Retorno. En este proceso, el héroe vive doce estadios: (1) el mundo ordinario; (2) la llamada a la aventura; (3) el rechazo a la llamada; (4) el encuentro con el mentor; (5) el cruce del umbral hacia lo desconocido; (6) el entrenamiento, donde se conocen aliados y enemigos; (7) la travesía hacia el Reto; (8) el rito de paso; (9) la recompensa; (10) el camino de vuelta; (11) la resurrección y (12) el regreso con el elixir.
![](https://static.wixstatic.com/media/fbe070_33dcaf3ebf634e47a5088c79700e78a2~mv2.png/v1/fill/w_814,h_920,al_c,q_90,enc_auto/fbe070_33dcaf3ebf634e47a5088c79700e78a2~mv2.png)
El mundo ordinario es donde el héroe bien o mal vive el día a día (Gautama Buda vive en las comodidades de su palacio). De repente, ocurre un suceso inusual que abre la posibilidad de un mundo desconocido para el héroe (Harry Potter recibe la primera carta de Hogwarts). Normalmente, este llamado a la acción se ignora, pero siempre cuando la vida llama hay que atender, pues por cualquier medio nos hará saber que debemos salir de nuestra comodidad (el llamado de la hermana de Katniss en los Juegos del Hambre). Tras esto, el héroe conoce directa o indirectamente a un mentor (Obi-Wan Kenobi en Star Wars, o el Lanista que compra a Próximo en Gladiador).
Junto a él se adentra en un mundo desconocido, en el cual debe entrenar y conocer aliados y enemigos (la mujer en Kill Bill empieza a entrenar con Pai Mei Wig). Después de todo este entrenamiento, viene una prueba en la cual el héroe puede vivir o morir, la que requiere de todo su conocimiento, habilidad y creatividad para poder superarla. Si sobrevive a esta prueba, una versión vieja del héroe morirá y una nueva nacerá (la muerte y resurrección de Cristo, Mitra, Osiris o Balder. También en el Club de la Pelea el personaje debe, literalmente morir, para poder convertirse en su nuevo yo: Tyler Durden).
Tras esto, el héroe recibe una recompensa material o inmaterial y empieza el camino a casa (el retorno en Gilgamesh o la Odisea). Al volver y reencontrarse con su mundo anterior, el héroe sufre un shock al ver que no es el mismo y que ahora debe volverse a acoplar a ese mundo cotidiano. Sin embargo, el héroe ha ganado alguna clase de elixir como conocimiento, una perspectiva, riquezas o armas, que ahora incorporará a la comunidad y probablemente se convertirá él mismo en un mentor de futuros héroes (en el Hobbit, Bilbo debe adaptarse de nuevo a la vida en la Comarca).
De esta manera, toda historia épica sigue el esquema básico del monomito. Y también lo hacen nuestros ciclos personales de cambio. ¿Qué significa esto? Significa que los mitos, más que símbolos abstractos, representan una posibilidad, una inspiración para sumarnos a la historia universal del cambio.
La mente histórica de Occidente ha querido saber la manera como la Virgen María concibió a Jesús, si éste realmente resucitó, si las Valquirias eran reales o si Zaratustra nació en Irán o Kazajistán. ¿Realmente importa? La verdadera función de las historias es ser una metáfora que apela a algo interno, no ser un símbolo muerto. Jesús mismo fue de las personas más rebeldes y creativas de su época, no un imitador. El mensaje más importante de Joseph Campbell es, en sus propias palabras, “Todas las historias son verdad, pero ninguna es literal”.
Mira acá todas las categorías del blog para encontrar justo lo que necesitas
Haz click aquí para ver todos nuestros recursos gratuitos
Comments