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El Pensamiento Indígena: una posibilidad actual

Foto del escritor: Instante CronopioInstante Cronopio

Actualizado: 17 jul 2020

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El siguiente artículo fue escrito para la clase "Pensamiento indígena", tomada en la Universidad de los Andes y dictada por Daniel Aguirre Licht. Gracias a este profesor por muchas de las ideas y referencias incluidas en este texto.


En su libro The Ascent of Humanity, Charles Eisenstein (2013) sostiene la idea de que todo el edificio de la Civilización está montado sobre una historia particular, llamada Separación. Según este autor, la convergencia de crisis que se presentan en la actualidad tiene como trasfondo un cambio en nuestra mitología, de la narrativa de la Separación a la de Reunión, en donde cada una responde de manera muy diferente la pregunta sobre el Ser (¿quién eres?) y el Mundo (¿qué haces acá?). Por esto, este ensayo busca reflexionar sobre el papel del Pensamiento Indígena, con el fin de argumentar que representa una posibilidad actual en un diálogo de discursos que podría transformar toda nuestra Civilización.


En vista de lo anterior, se dividirá el texto en tres partes. Para comenzar, se presentará la tesis general de The Ascent of Humanity. En segundo lugar, se discutirá el papel del Pensamiento Indígena dentro de este esquema, específicamente la manera como su narrativa sobre el Ser y el Mundo cuestionan el mito de la Separación. Finalmente, se dará cuenta de las conclusiones del ensayo.


I. The Ascent of Humanity


En primer lugar, Charles Eisenstein es un autor que Arturo Escobar (1999) describiría como culturalista. En los discursos sobre el desarrollo sostenible, los culturalistas nacen de una crítica hacia el liberalismo que concibe la crisis ambiental como un problema de mala administración, de baja efectividad. Según los primeros, la cultura y la manera como nos relacionamos con la naturaleza conllevan necesariamente a la crisis ambiental, por lo que superarla implica cambiar toda la estructura de nuestra civilización. De esta manera, los culturalistas cuestionan aspectos como el reduccionismo y el utilitarismo, aunque el trabajo que se expondrá a continuación busca explicar todos estos fenómenos en su raíz más profunda: la Separación.


Para comenzar, el momento simbólico que representa el origen de la Separación es el dominio sobre el fuego. Aquí, se creó una distinción entre lo conocido y lo desconocido, lo civil y lo salvaje, yo y el otro, el hombre y la naturaleza. A partir de este momento, la Civilización se lanzaría en el proyecto de expandir el ámbito del fuego, de la luz o de lo conocido, hasta poder abarcar toda la existencia. Por esto, la ciencia y la tecnología se convertirían en las principales herramientas del hombre para comprender el mundo, con el objetivo final de crear una torre tan alta como la de Babel que pudiera Ascender y separarse tanto de su origen, que llegara a tocar el cielo.


Al respecto, el proyecto del Ascenso se montó sobre una ideología particular. El espíritu de la separación dice que el ser humano no es naturaleza, comunidad, cuerpo, pensamiento, acciones o sentimientos; que hay que separar la política del amor, los negocios de la moral, el trabajo del juego, lo artístico de lo útil y el campo de la ciudad. Progresivamente, las personas fueron mutiladas de un sentido de ser mucho más extenso del cual Descartes propondría: Pienso, luego existo.


A su vez, la física de Newton sentaría las bases de la causalidad de la separación. En su teoría, todo movimiento o cambio en el mundo está dado a partir de fuerzas y, sin ellas, nada ocurriría en el Universo. Por su parte, Darwin diría que este conjunto de fuerzas externas eran indiferentes o incluso hostiles a nosotros, por lo que la lucha del hombre consistía en tratar de dominarlas para así poder sobrevivir. Finalmente, Dios, que antes no habitaba el mundo sino que era el mundo, ahora había sido relegado a un sitio celestial desde el cual interfería intermitentemente en asuntos humanos a través de eventos que desafiaban las leyes de lo conocido, los milagros. Con esto, Dios murió, frase de Nietzsche que enfureció a todos los cristianos, sin darse cuenta que hacían parte del mismo proceso de los científicos de desacralizar el mundo.


En el momento en que la vida se concibió como una lucha de un ser separado por sobrevivir en un mundo hostil, era natural que se creara el ánimo de controlar todo lo externo, desde el cuerpo hasta el trópico. Para esto, era crucial generar un conocimiento que no dependiera de ninguno de los intempestivos cambios de la naturaleza, así como una técnica que nos permitiera aplicar la información a través de la fuerza, los recursos y el poder. El primero se conocería como ciencia y la segunda como tecnología. Mientras estas controlaban la naturaleza externa, la cultura y la moral controlaban la naturaleza interna.


En consecuencia, la seguridad se volvió un valor supremo de nuestra Civilización. El control de la naturaleza, humana o no, era inevitable, pues la vida sin la Civilización era, en palabras de Hobbes, “Solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta” (pág. 52). En biología, los hombres eran “máquinas de supervivencia, vehículos autómatas programados a ciegas con el fin de preservar las egoístas moléculas conocidas con el nombre de genes” (Dawkins, 1993, pág. 4); en física, éramos observadores discretos de un mundo objetivo; en teología cristiana, un alma encarcelada en el cuerpo; en economía, robots buscando maximizar su propio interés racional. Todo el mundo parecía estar de acuerdo en que nosotros y el mundo eran todo menos sagrado.


En suma, el mito de la Separación tiene dos vertientes: la explicación del ser, y la explicación del mundo. En la primera, se dice que somos seres separados y, al no estar en contacto directo con un mundo en constante cambio, inmutables. En la segunda, se dice que el proyecto humano consiste en el Ascenso: la creación de las artes, la escritura, la ciencia y la tecnología, todas las herramientas de la mente junto con las de la mano, con el fin de guiar al ser humano hacia su separación y dominio total sobre la naturaleza, el uso de todos sus secretos para su control y provecho. En este proyecto, se tiene la idea de que la evolución consiste en trascender la naturaleza para, algún día, llegar a un lugar en el cual no exista ni el dolor ni el esfuerzo.


No obstante, el discurso de la Separación no es el único existente. Diferentes culturas alrededor del mundo tienen respuestas muy diferentes a las preguntas básicas del ser y su misión en la tierra. En la historia de la Reunión, no existe nada así como un ser aislado: existir es estar relacionado, pues no existen fronteras claras respecto al otro o la naturaleza. A su vez, la naturaleza no es un ser caprichoso con normas ininteligibles sino que funciona bajo normas cíclicas que mantienen el equilibrio del Universo. Más aún, la causalidad tiene formas distintas a la fuerza, pues existir es estar involucrado con toda la condición del mundo, por lo que el movimiento de las partes influencia el todo, y viceversa. Al no estar separados, los Pirahã, un grupo nativo del Amazonas, ni siquiera tienen formas de nombrar, contar o medir las cosas en la naturaleza, ninguna manera de volver un otro a la naturaleza o de abstraerse de la realidad (O´neill, 2012).


II. Pensamiento Indígena


Antes de abordar la visión del Pensamiento Indígena sobre la pregunta por el Ser y por el Mundo, es necesario advertir que la Civilización ha vivido en una mezcla de terror y curiosidad hacia lo desconocido (Serje, 2005), por lo que ha intentado adentrarse en su oscuridad con el fuego de lo conocido, de manera que muchas veces ha utilizado sus categorías para clasificar otras formas de conocer. Este proceso lo describe Agrawal (2002) en su crítica a las bases de clasificación del saber indígena, que no logran aprehender una realidad compleja que tiene otras lógicas y presupuestos.


La necesaria incomprensión que se sigue de intentar entender lo nuevo a partir de lo viejo, lleva al rechazo y desestimación de lo diferente. Por ejemplo, cuando le preguntaron al candidato presidencial por el movimiento Transhumanista o por los Cyborgs en Estados Unidos, Zoltan Istvan, las razones por las que deberíamos comprometernos con causas como eliminar la muerte, éste respondió que era sentido común (Real, 2015). No obstante, la visión unidimensional ignora que palabras como racional, inteligencia o normal están condicionadas históricamente. Dicho esto, se analizará el Pensamiento Indígena con la advertencia de que, en palabras de Aguirre (2009), “quizás nunca sabremos cómo de verdad pensaban estos pueblos milenarios” (pg. 51).


La primera dificultad al tratar de entender el concepto del ser que existe en las comunidades indígenas es que no parece existir la angustia por definir al ser, lo cual en sí dice mucho. Más bien, es otra forma de definir, pues apunta a la forma pero no al contenido. Esta forma podría estipularse como que ser, en el Pensamiento Indígena, es la unión de singularidad y relación. Se es siendo único, pero interrelacionado. Lo anterior, no significa que no se tenga individualidad, sino que las fronteras del ser son mucho más amplias, o que incluso no existen. El Orden del Todo (2011) nos explica esto a partir de un tejido de siete casas que van pasando de lo individual a lo relacional, en donde cada una va construyéndose sobre la anterior, y se parte desde la identidad en su nivel más individual, que es el cuerpo, hasta la relación con la Vía Láctea en donde reside la Ley de Origen.


Entonces, es posible ver que una característica fundamental del ser en el Pensamiento Indígena es la relación. A su vez, se dice que “El todo contiene la parte y la parte es el todo” (pág. 53). Por esto, a diferencia de la historia de la Separación, en donde el ser es estándar y separado, en el Pensamiento Indígena el ser es único e interrelacionado.


Por su parte, los mamos en Universo Arhuaco (1997) afirman que existen para cuidar el pensamiento de la tierra y mostrarles a los hermanos menores cómo vivir según la Ley de Origen. De forma similar, en el documental Pacífico Colombiano: Entre la vida, el desarraigo y la resistencia (2013) se muestra cómo las comunidades del Pacífico, más que vivir en o de la selva, viven con ella. A través de ofrendas y ritos se mantiene la armonía del ecosistema entre fuerzas opuestas pero complementarias, como el frío y el calor, el cielo y la tierra o la vida y la muerte (Aristizábal, 2001).


Entonces, es posible ver la manera en que difiere la historia sobre el Mundo entre la Separación y la Reunión. El Ascenso de la Humanidad vive en una dicotomía entre lo orgánico y lo sintético, en donde quiere reemplazar cada vez más lo dado por lo creado, como con la inteligencia artificial, para algún día dominar y trascender totalmente el cúmulo de recursos que llama naturaleza. En cambio, el Pensamiento Indígena ha aprendido a convivir con la naturaleza así como convive con su propio cuerpo porque, básicamente, no están separados.


III. Conclusión


En conclusión, el Pensamiento Indígena es un actor de la Reunión muy fuerte e importante en los discursos alternos a la Separación, sobretodo en la pregunta por el Ser y por el Mundo. Su increíble supervivencia hasta en día de hoy puede tener el fin de mostrarnos una alternativa, una posibilidad. Si se analiza, la mitología de la separación permea todas las instituciones actuales, desde el dinero hasta la familia. Por esto, en la cima de esta conversación sobre el significado de ser humano, se balancea todo el proyecto de la Civilización.


Referencias bibliográficas


- Aguirre, D. (2009). Destilación del conocimiento indígena. En: Diálogo de Saberes: plantas medicinales, salud y cosmovisiones. Giovanna Reyes (Ed.). Universidad Nacional de Colombia. Sede Amazonía.


- Agrawal, A. (2002). El conocimiento indígena y la dimensión política de la clasificación. En: Revista Internacional de Ciencias Sociales. No. 173.


- Aristizábal, G. (2001). Conocimiento local y diversidad étnica y cultural. UNAD. Facultad de Ciencias sociales, Humanas y Educativas. Licenciatura en Etnoeducación.


- Dawkins, R. (1991). El gen egoísta. Salvat Editores. Barcelona


- Eisenstein, C. (2013). The Ascent of Humanity. Evolver Editions.


- Escobar, A. (1999). El final del salvaje. Naturaleza, cultura y política en la antropología contemporánea. CEREC-ICAN. Bogotá.


- García, C. (2013). Pacífico Colombiano: Entre la vida, el desarraigo y la resistencia. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=vw35Xn5fNIw


- Hobbes, T. (1651). El leviatán (versión digital). Recuperado de http://eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/sites/eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/files/Hobbes_-_Leviatan.pdf


- O´neill, M. (2012). The grammar of Happiness. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=fcOuBggle4Y


- Organización indígena GOANAWINDA. (2011). El orden del todo. IEPRI. Universidad Nacional.


- Real, L. (2015). Zoltan Istvan-Transhumanist. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=TFErQ3XM__c


- Serje, M. (2005). El revés de la Nación. Territorios salvajes, fronteras y tierras de nadie. Uniandes-CLSO.


- VVAA (Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta). (1997). Universo Arhuaco. Colección Prometeo. Serie Hipnos, No. 10.


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